30/6/11

Hombres maltratados

 Ahora, con la inapreciable ayuda de los sistemas judiciales, pueden darse el gustazo de hundirnos, sacarnos un buen dinero, quitarnos a los hijos y hasta encarcelarnos. Aunque te parezca mentira.
No sólo existe la mujer maltratada, sino también los hombres maltratados. Ni ellas son tantas, ni ellos tan pocos. En muchos países, el número de hombres que reciben malos tratos de sus parejas es prácticamente similar al de las mujeres, cuando no mayor.
En los Estados Unidos, por ejemplo, el número de hombres maltratados por sus esposas supera al de las mujeres golpeadas por sus maridos, mientras que en España, la carga está pareja, lo que ha motivado a un grupo de hombres de este último país a crear una plataforma institucional con miras a revertir esa tendencia.
Un hombre maltratado es aquel que es habitualmente agredido, en forma física o verbal, por su pareja. Por el tipo de sociedad patriarcal en la que vivimos, la golpeada suele ser la mujer. A un hombre le cuesta admitirlo.
Los hombres maltratados no se atreven a denunciar estos hechos, porque los ven como algo que puede afectar a su hombría.
La percepción común es que los hombres nunca son las víctimas de la violencia doméstica. Para resolver el problema debemos liberarnos de este tabú y tener un acercamiento más equilibrado al problema.
Como sucede con la mayoría de los problemas de violencia familiar, la situación empeora día tras día y los maltratos aumentan puertas adentro y con más de un cómplice. Si bien cuando se habla de violencia familiar se suele pensar en la agresión física, el maltrato verbal o psicológico es a veces mucho más doloroso.
Testimonios
Caso 1: Al principio, cuando empezamos, me gritaba. Desde entonces, ya se le veía venir, pero uno siempre tiene la esperanza de que se va a adaptar, de que puede cambiar… Luego, te das cuenta de que no es así. Empezó a pegarme y a tirar todo lo que encontraba. Habia momentos en los que se transformaba y se ponía hecha una furia. Intenté arreglarlo yendo a un psicólogo con ella, pero sólo acudimos dos veces porque vio que las conversaciones se querían reconducir hacia su agresividad. Y también creí que me merecía todo lo que me hiciera. Sin embargo, hubo una vez en que comprobé que realmente tenía problemas psicológicos y yo no tenía la culpa de que reaccionara de aquella manera.
Caso 2: Me insultaba habitualmente, me gritaba y me hacía chantaje. Desde que nació nuestro primer hijo, me amenazaba con dejarme sin él si no atendía a todos sus caprichos y me ponía a sus pies. Me sentía constantemente menospreciado. Un día fue a mi lugar de trabajo y me pegó delante de todo el mundo. Puede no parecer muy fuerte, pero al final uno se termina creyendo que todos los defectos que se le achacan son reales y queda absolutamente mermado.

Lecciones que nos da la vida

Imposible atravesar la vida.... sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese es el costo de vivir. Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
No estés tan seguro de lo alcanzado.
Hay que ser agradecidos. Demasiado a menudo damos las cosas por sentadas, hasta que las perdemos.
No hagas cosas a la ligera.
Las relaciones que tardan años en construirse pueden ser destruidas por una tontería.
Cuando la gente quiere jugar rudo contigo, tienes dos opciones: decir “yo paso” o “dile hola a mi amiguito”
Todos enfrentamos situaciones difíciles donde no es posible ganar. A veces rendirse es la mejor opción, a veces no, pero siempre que tomes una posición, mantente firme.
Ten un plan B
Cuando te topes con las lecciones que nos da la vida, recuerda que el mejor remedio es evitar volver a tropezar en el mismo obstáculo, es decir ten un plan B, algo diferente a lo anterior, algo que como humano lo puedas realizar. Es difícil porque uno no esta preparado pero con la cabeza fría lo podemos hacer. 
Al mundo le vale un pepino de donde vienes o tu origen.
No pienses que necesitas haber nacido en X o Y clase o circunstancia para hacerla en grande. Si tienes la suerte de nacer en un país libre (como nuestro querido Ecuador), tienes la oportunidad de ser exitoso. Puedes ser una persona falta de capacidad intelectual, pobre, sin grandes habilidades, sin contactos, pero eres libre de decidir que no permitirás que nada te detenga o te haga menos.
Hay que pagar el precio de la lección de la vida.
Piensen ustedes que uno fue olímpicamente suertudo como para llegar vivo hasta el punto en el que lo pierde todo. Antes de lanzarte por algo, conviene averiguar cual será el verdadero precio y entonces decidir si estamos dispuestos a pagarlo o no. Y muy importante NO envidies a alguien hasta que no averigües cual es el precio que ha pagado por tener lo
Nunca subestimes la avaricia del otro. (Afán desordenado de poseer riquezas para atesorarlas)
Como puede ser posible señores que un ser humano haga de las cosas materiales, una fuente para subestimar al prójimo. Una lección muy clara y contundente seria, dañarle un contrato cualquiera con el afán de quedarse con el para de esa forma logra riqueza material. Si te interpones enfrente de alguien que hará todo lo que este a su alcance para lograr riqueza, mantente preparado para cosas desagradables.
No consumas lo que vendes.
Imagina un negocio prospero durante muchos años, y de repente el propietario de aquel negocio prospero es una persona que por años estuvo en otro país y de repente regresa. Y el pensando únicamente en vivir el presente en 2 meses quiebra este negocio por consumir todas sus reservas.
Los que duran son los que mantienen un bajo perfil. Los que lo quieren todo, mujeres, champagne, reflectores… no duran.
Cuando estás involucrado con la gente equivocada, a veces no hay decisión que sea correcta.
Esta es una gran razón para no trabajar con gente que tiene valores diferentes a los tuyos. Siempre terminará habiendo conflicto de intereses y muchas veces no habrá salida.
Los humanos no somos los únicos seres con capacidad de aceptar a otro ser ajeno como propio.  Se han visto casos especiales que crían a pequeños como si fueran sus propios hijos.
  No pierdas lo bueno que tienes en la vida intentando conseguir un bien mayor o futuro.  Sería el famoso “más vale pájaro en mano que cien volando”.

Doce asecinos del matrimonio

¿Cómo formarán una relación sólida que dure hasta que la muerte los haga emprender el último viaje?
No permitan que la posibilidad del divorcio entre en sus pensamientos. Incluso en momentos de gran conflicto y desaliento, el divorcio no es la solución. Sólo sustituye una nueva serie de sufrimientos por los que quedan atrás.
Guarden su relación de la erosión como si estuvieran defendiendo sus propias vidas. Sí, ustedes pueden lograrlo juntos. No sólo pueden sobrevivir, sino que pueden mantener su amor vivo si le dan prioridad en su sistema de valores.
Cualquiera de los siguientes males pueden destruir su relación si les dan lugar en sus vidas:
1. El exceso de trabajo o compromisos y el agotamiento físico:
Cuidado con este peligro. Es especialmente insidioso en las parejas jóvenes que están tratando de comenzar en una profesión o todavía están estudiando. No traten de estudiar, de trabajar a tiempo completo, de tener un bebé, de manejar a un niño pequeño, de hacer reparaciones en la casa, y de comenzar un negocio, todo al mismo tiempo. Suena ridículo, pero muchas parejas jóvenes hacen exactamente eso y luego se sorprenden cuando su matrimonio se viene abajo. Es especialmente peligroso cuando el esposo es el que tiene demasiados compromisos o trabajo, y la esposa está todo el día en casa con un hijo en edad preescolar. La profunda soledad de ella da lugar al descontento y a la depresión, y todos sabemos a dónde lleva eso. Deben reservar tiempo el uno para el otro si quieren mantener su amor vivo.
2. Las deudas muy grandes y el conflicto en cuanto a cómo se gastará el dinero:
Paguen en efectivo por los artículos de consumo, o no los compren. No gasten más de lo que pueden por una casa o por un automóvil, dejando muy pocos recursos para salir juntos, para viajes cortos, para personas que cuiden a los niños, etc. Distribuya sus fondos con la sabiduría de Salomón.
3. El egoísmo:
Existen dos tipos de personas en el mundo, los que dan y los que toman. Un matrimonio entre dos personas que dan puede ser algo bello. Sin embargo, la fricción está a la orden del día entre una persona que da y otra que toma. Pero dos personas que toman pueden darse zarpazos la una a la otra hasta hacerse trizas dentro de un período de seis semanas. En resumen, el egoísmo siempre devastará un matrimonio.
4. La interferencia de los suegros:
Si el esposo o la esposa no se ha emancipado totalmente de los padres, lo mejor es no vivir cerca de ellos. La autonomía es algo difícil de conceder para algunas madres (y padres), y el estar muy cerca será causa de problemas.
5. Las expectativas poco realistas:
Algunas parejas llegan al matrimonio esperando cabañas cubiertas de rosas, una vida sin preocupaciones ni responsabilidades y un gozo ininterrumpido. Pongan sus expectativas en línea con la realidad.
6. Los invasores del espacio:
Es por las personas que violan el espacio de su cónyuge, sofocándolo rápidamente y destruyendo la atracción entre ellos. Los celos son una manera en que este fenómeno se manifiesta. Otra es la baja autoestima, la cual lleva a que el cónyuge inseguro se inmiscuya en el territorio del otro. El amor debe ser libre y confiado.
7. El abuso del alcohol y de otras sustancias químicas:
Éstos son asesinos, no sólo de los matrimonios, sino también de las personas. Evítenlos como a la plaga.
8. La pornografía, los juegos de azar y otras adicciones:
Durante una etapa inicial, las personas creen que pueden jugar con tentaciones tales como la pornografía o los juegos de azar sin salir dañadas. De hecho, muchos se alejan casi sin haber sido afectados. Sin embargo, para algunos existe una debilidad y una vulnerabilidad que se desconoce hasta que es demasiado tarde. Entonces se vuelven adictos a algo que rasga la fibra de la familia.
9. La frustración sexual, la soledad, la baja autoestima y la quimera de la infidelidad:
¡Una combinación mortal!
10. El fracaso en los negocios:
En especial, el fracaso en los negocios afecta adversamente a los hombres. Su inquietud por los reveses financieros algunas veces se muestra en ira dentro de la familia.
11. El éxito en los negocios
Es casi tan peligroso tener mucho éxito en los negocios, como lo es fracasar rotundamente en ellos.
12. Casarse demasiado jóvenes:
Las chicas que se casan entre los catorce y los diecisiete años de edad tienen el doble de probabilidades de divorciarse que las que se casan a los dieciocho y diecinueve años. Las que se casan entre los dieciocho y los diecinueve años tienen una vez y media más de probabilidades de divorciarse que las que se casan entre los veinte y los treinta años.
Las presiones de la adolescencia y las tensiones de los primeros años de vida matrimonial no hacen un buen dúo. Terminen lo primero antes de emprender lo segundo.
Éstos son los asesinos del matrimonio que se a visto más a menudo. Pero, en verdad, la lista es prácticamente interminable. Todo lo que se necesita para que crezcan las malas hierbas más fuertes es una pequeña grieta en la vereda. Si van a vencer la ley de las probabilidades en relación al divorcio y mantener una unión matrimonial estrecha a largo plazo, deben emprender la tarea con seriedad. El orden natural de las cosas los alejará el uno del otro, no los unirá.

28/6/11

El Despecho

El despecho es como el dolor de una herida que tiene que cicatrizar
Cuando concluye una relación amorosa se produce un dolor profundo en los sentimientos y emociones. Es comparable a cuando fallece un ser querido porque, de una u otra manera, es una privación de lo que se suponía era parte de uno. La persona que no deseaba terminar la relación pasará por una experiencia dura, amarga y penosa que la puede llevar a la desesperación, una alteración extrema del ánimo causada por la rabia, frustración y resentimiento.
Todos hemos sentido en algún momento que hemos encontrado “nuestra media naranja”, el "amor de nuestra vida" y hemos deseado que la relación con esa persona que sentimos tan especial, dure también para siempre. Pero la experiencia y las estadísticas demuestran que el amor eterno es más una excepción que una regla.
A lo largo de nuestras vidas tendremos que enfrentarnos con alguna que otra crisis sentimental y siempre ayuda saber que no somos lo únicos y que es normal pasarlo mal en esta situación.
Cuando una relación se acaba, por mucho que nos empeñemos en disimular nuestros sentimientos, el dolor que nos produce la herida, a cualquier edad, puede ser una de las experiencias más duras, más difíciles que podamos pasar.
Tristeza, apatía, cambios de comportamiento, frustración, culpa, rencor. Todos tenemos ciertos sentimientos y emociones relacionados con la ruptura. Sería preocupante no tenerlos. Son vivencias de desamor o shock sentimental que la gente suele llamar DESPECHO.
Quien sufre la pérdida tendrá que superar el duelo que le causará la separación del ser querido. No debe confundirse con el despecho, que es una malquerencia nacida por el desengaño. Esta mala voluntad contra el ser querido, y ahora odiado, puede llevar a la obsesión, la venganza y la desesperación. De esta forma nunca saldremos de la pérdida sino, por el contrario, servirá para mantener presente una falsa relación son el ser amado al igual que odiado y se alimentará un amor insano que solamente perjudicará al despechado. Por ello, se debe admitir la pérdida lo más pronto posible. Lo recomendable es hacerse la cuenta que esa persona falleció.
La pérdida sufrida provocará en primer lugar un impacto tremendo, sensación de abandono, angustia, en ocasiones pánico, lo que puede llevar a que no se reconozca la realidad e intente "remediar" la situación sin tomar en cuenta que el desamor de la pareja generalmente no es recuperable.
Durante este impacto inicial es altamente probable que se generen sentimientos de culpa con pensamientos negativos hacia sí mismo y se hace necesario manejar la propia indulgencia como el perdón a la ex-pareja.
Luego, una vez asumida la separación y pérdida sobrevendrá un estado de tristeza intensa y factible depresión con falta de ánimo para continuar las labores habituales, hasta que llegue la etapa de resignación y aceptación del nuevo contexto.
Es primordial volver a la normalidad de la vida pronto y compartir con la gente. Cuesta lograrlo pero aislándonos nos concentraremos en un pensamiento único de la fracasada relación.
En la etapa de rabia es vital no dejarse dominar por odios y deseos de venganza. Es preferible frecuentar a seres queridos como familiares y amigos.La salida es proponerse nuevas metas y reestructurar la vida. Estar concientes que como el duelo, existe la vida, y si bien es cierto que a veces se sufre, se presentan conflictos y hasta calamidades, también se logra la felicidad, estar alegres y compartir momentos de inmensa satisfacción y esperanza. En lugar de despecho con odio y revancha la mejor salida al desamor. es más y más amor.
"En lugar de despecho con odio y venganza, la mejor salida al desamor es más y más amor".

22/6/11

No le pegues a tu hijo

Los niños quedan heridos profundamente, con la autoestima disminuida y con un odio enfermizo por sus seres queridos.
Pegarle al niño es mortificarlo y afligirlo. Se piensa que una nalgada de vez en cuando es necesaria. Esto no es verdad. Golpear a un niño le enseña a tener miedo, que puede ser abusado, a limitar sus habilidades de ser autónomo y responsable, a suponer que la violencia es justificada, a comportarse como víctima, a no razonar y aprender que existen cosas que se hacen "porque le da la gana" a alguien mas fuerte que el otro. En el plano emocional, después de las nalgadas, correazos, empujones, bofetadas, puños o paliza, los niños quedan heridos profundamente ante la humillación sufrida, con la autoestima disminuida y con un odio enfermizo porque lo sienten por sus seres queridos. Se auto percibe sólo, abandonado, triste y amenazado en su seguridad física y mental.

Muchas veces hablamos y defendemos los derechos humanos porque todos hemos sido creados iguales. Nadie tiene el derecho de abusar o someter a otro ser humano o de golpearlo, torturarlo, humillarlo o avergonzarlo. y de repente en algunas familias se olvidan que un niño es precisamente ¡Un ser humano!

Cuando el niño es maltratado asocia a sus familiares que lo agraden con el peligro y no puede amarlos a plenitud ni confiar en ellos. La comunicación familiar va desapareciendo y los vínculos de cariño y afecto, también.

Estudios demuestran que los padres le pegan a sus hijos por distintas razones. Las más frecuentes son porque lo consideran parte de la educación de sus hijos, porque ellos mismos fueron maltratados cuando pequeños y por falta de control emocional y manejo de la ira.
Debemos aceptar que formar a los hijos es enseñarles a convivir con los demás aceptando las normas de la sociedad donde vivamos. Esto implica para el niño obtener conocimientos a través de la educación formal y adquirir valores por intermedio del modelaje y los patrones de conducta que los guían, que son en primer lugar sus padres. Debemos cambiar el esquema de enseñanza apuntando más al premio por lo bien hecho que al castigo por lo "malo". Si lo bonificamos cada vez que hace lo "correcto" de acuerdo al código familiar y cultural, el castigo es simplemente la falta de un premio.
Podemos darle, por ejemplo un "vale", "bono" o "sello" en un cuaderno todas las veces que cumpla una tarea o que tome una iniciativa adecuada y al reunir una cantidad determinada de bonos le premiamos. El "castigo" sería lo contrario, no obtener o perder bonos. Inténtelo, pronto verá los resultados. Por último, nunca "explote" ante su hijo. Tome un tiempo para calmarse, pensar y actuar con serenidad.

LA DIGNIDAD HUMANA

La dignidad más que un valor es una condición; una actitud hacia uno mismo y hacia los demás. Si valores como el respeto, la tolerancia, la justicia, la libertad, la solidaridad, se aplican a la vida de una persona en todas sus acciones, el resultado será un individuo digno.

Quien tiene dignidad, se conoce a sí mismo, sus necesidades, sus capacidades, sus defectos y sentimientos. Así, es capaz de identificar lo que no puede cambiar y trabajar duro en lo que sí puede.

La persona digna se valora y se siente bien con su manera de ser y de pensar. La dignidad y la autoestima siempre van de la mano.

La dignidad humana es aquella condición especial que tiene todo ser humano por el hecho de serlo, y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta su muerte. Es una condición inherente al ser humano, es decir, que no se puede renunciara esta; teniendo en cuenta esto, entramos a analizar el ¿qué es? Y ¿por qué existe? Dicha condición que resulta ser tan importante para la sociedad.
Por ello, decimos que la dignidad humana como condición de ser humano, es el hecho de acceder sin ningún costo o remuneración económica a los derechos y las obligaciones que poco a poco, se van generando con el paso del tiempo y de acuerdo a las condiciones sociales en las que normalmente se mueve por el hecho de estar o pertenecer a un grupo social; esto implica pues, un respeto mutuo de sus derechos como lo son a tener una vida digna, con un honor, con una buena reputación, sin ser de ninguna manera objeto de ultrajes o humillaciones.

Ahora: ¿Cómo es posible que exista la discriminación, los ultrajes y la humillación en su ser integral?

La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona como ser digno de respeto. La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional.
A su vez, una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto afectados por ellos. Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos inexistentes. La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción.

Tener dignidad es estar bien parados en el mundo. Tener amor propio.
La mujer o el hombre que permite que te falten el respeto, humillen ó rebajen, pierde su dignidad.

Por ejemplo: hacer algo por el otro que no te hace sentir bien es una manera de empezar a perder la dignidad porque no respetan qué es lo que tu quieres ó sientes.

¿La dignidad en una mujer les atrae a los hombres?
Claro si se quiere para algo serio...de lo contrario da lo mismo.
El trabajo dignifica al hombre, esa es una frase muy famosa. No importa que tipo de profesión tengamos, ni el empleo en cual nos desempeñamos, siempre debemos tener en cuenta que somos seres humanos y nos relacionamos con los demás por lo cual, tenemos que solidarizarnos ante el mal que aqueja al prójimo.

La dignidad, un valor que no muere
La muerte de una persona supone el final de muchas cosas, pero hay valores que de ninguna manera se extinguen o desaparecen cuando el corazón deja de latir. Uno de esos valores es la dignidad. Cuando una persona muere, su dignidad la sobrevive, razón por la cual el alma y el cuerpo de las personas que dejan de existir han inspirado en todas las épocas a las comunidades humanas un respeto profundo e inalterable. Todas las civilizaciones, prácticamente sin excepción, han otorgado una elevada consideración moral al culto por los seres que han muerto.
La dignidad de la persona humana debe ser protegida y respetada, como queda dicho, mucho más allá del límite final de la vida.

¿Algunos ejemplos de pérdida de dignidad por mala utilización?
Utilizar la inteligencia para robar o dañar a otros es una pérdida de dignidad

Respecto al sexo. Emplearlo únicamente para obtener placeres rebaja mucho la dignidad de la sexualidad, despreciando el gran don de traer hijos al mundo.

Usar el tiempo principalmente para la diversión deteriora la dignidad operativa del hombre que deja de hacer obras buenas. La capacidad humana de hacer el bien se desprecia.

15/6/11

Paranoia, amenazados todas las 24 horas de día

Paranoia, amenazados todas las 24 horas

La paranoia se caracteriza por el desarrollo de ideas delirantes, como ser perseguido, envenenado, amado a distancia o engañado por el cónyuge. Afectar principalmente a personas mayores de 30 años; no obstante, diagnóstico y tratamiento oportunos detienen su evolución
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La paranoia es una enfermedad mental que se caracteriza por un temor muy grande y una gran desconfianza hacia las demás personas.

Un hombre soberbio, arrogante, que insiste en acusar a su cónyuge de infidelidad, contrata detectives, coloca grabadoras en la casa e interpreta todo saludo, gesto, mirada o forma de vestir como pruebas ineludibles de adulterio; llega al grado de agredir físicamente o amenazar de muerte si no se le confiesa 'la verdad'. Los hijos le rehuyen; la esposa, apesadumbrada, siente miedo por la persecución de que es objeto, y pide el divorcio.

Un padre de familia obsesivo, tímido, callado e introvertido, comienza a pensar en su trabajo: 'Las cosas han cambiado, me miran distinto, algo me van a hacer'. A la par, lee la Biblia y cree encontrar mensajes dirigidos a él, anunciándole que debe cumplir una misión especial; piensa que sus vecinos quieren interrumpir esta obra por todos los medios: los ruidos que se escuchan son hechos a propósito para molestarlo, le envían polvos envenenados por debajo de la puerta o le suspenden el suministro eléctrico y el teléfono. Atormenta a sus familiares, pero no abandona sus obligaciones y tareas habituales.

Ambos son casos típicos de trastorno delirante paranoide, coloquialmente conocido como paranoia.

Las personas paranoicas echan la culpa a todos y a todo de sus propias fallas.

El problema es severo, ya que la sensación de inseguridad y miedo, les impide realizar actividades, los aísla de los demás y muchos hasta dejan de trabajar, salir a la calle y tienen muchos problemas familiares.

Todavía se desconocen las causas que originan este padecimiento y sólo se sabe de las características de la personalidad. Hablamos de personas que evitan la intimidad por temor a dar información que pueda ser utilizada como arma por sus enemigos, siempre están alerta y en tensión, son rencorosas, recuerdan los agravios, las humillaciones y los insultos por siempre, y están a la espera de una oportunidad de venganza.

Asimismo, se sobrevaloran, presentan poca tolerancia a las observaciones de otros y critican ácidamente. Buscan inspirar respeto con sus rasgos duros y tienen un tipo de conducta para los allegados y otra muy distinta para los demás: en casa siempre están malhumorados, son poco comunicativos, pero con sus amigos o en el trabajo son bromistas, charlan y se hacen querer. Niegan aspectos dolorosos, contradictorios o desagradables, y proyectan en los demás su ira y enojo.

Tipos de paranoia:

La conducta de estas personas cambia de un individuo a otro, dependiendo de los tipos de delirios que padezcan:

• Prejuicio. Una ofensa o humillación hacia ellos dan pie a pleitos y hasta la intervención de autoridades para reparar alguna supuesta injusticia que se ha cometido hacia ellos.

• Celos. Establecen sistemas de vigilancia en torno al cónyuge o al supuesto amante; incluso amenazan a su pareja, limitan su actividad y se vuelven agredidos. Es más frecuente en varones y resulta difícil de tratar.

• Grandiosidad. Individuos convencidos de que son personas importantes, hijos de algún personaje famoso, han realizado algún tipo de descubrimiento relevante o tienen facultades o poderes especiales. Junto con el delirio de celos, es el más difícil de tratar.

• Somáticos. Son quienes viven convencidos de padecer alguna enfermedad, sufrir deformidades o emanar olor repugnante.

Diagnóstico y tratamiento:
Es raro que una persona con trastorno delirante paranoide pida ayuda profesional, debido a que muchas veces no está consiente de su enfermedad o porque se aísla; casi siempre será la familia quien solicite ayuda al observar trastornos conductuales, agitación y sospecha de que 'algo anda mal'.
Es importante acudir a un especialista (psiquiatra) capaz de detectar este trastorno, a fin de que confirme el diagnóstico y, de ser necesario, lleve a cabo el tratamiento adecuado, que consiste en el uso combinado de psicofármacos y psicoterapia individual.

Es poco lo que se puede hacer para evitar que surja este padecimiento, pero un diagnóstico oportuno y tratamiento temprano del mal evitarán su evolución, lo controlará y, sólo en ocasiones, lo hará desaparecer por completo. Ante todo, es importante el apoyo de la familia, de quien depende en gran medida la creación de un ambiente propicio para la recuperación.

14/6/11

El aburrimiento

Hay muchas personas, principalmente los niños y los jóvenes, que cuando están solos, se aburren durante sus tiempos de ocio, debido a que no tienen ni el hábito, ni los estímulos para distraerse o divertirse

El aburrimiento es un estado de ánimo producido por la falta de estímulos, diversiones o distracciones. El aburrimiento, junto a la soledad y la pereza, es una de las plagas de la sociedad actual, lo mismo en los jóvenes, que en las personas mayores. Situación que la mayoría de las veces es originada por una mala educación de los padres o una falta de dedicación hacia los hijos, al dejarles que sean educados por la televisión, las pantallas electrónicas o los amigos. Después de mayores, ese hábito de aburrirse tiene muy pocas posibilidades de corregirse, pues se convierte en un círculo vicioso a través de la gran tristeza y posible depresión.

El aburrimiento puede producirse, por una soledad mal administrada o mal entendida, pues la soledad no tiene que producir aburrimiento. Al contrario, esa soledad, en vez de aburrir, puede ser un periodo de descanso, que sirva para meditar y poner las cosas en orden.

Hay muchas personas, principalmente los niños y los jóvenes, que cuando están solos, se aburren durante sus tiempos de ocio, debido a que no tienen ni el hábito, ni los estímulos para distraerse o divertirse. Les han acostumbrado a que sus tiempos de ocio sea dirigido por sus juguetes, padres obsesivos o por la industria de entretenimiento a través de las pantallas electrónicas, con todos los inconvenientes que tienen esas situaciones. Muy pocos padres dan a los hijos las herramientas necesarias, para que se acostumbren a no aburrirse. Esas herramientas tienen que estar en relación con la edad física y mental de cada niño. Lo mismo pasa con los adultos.
Esos niños, de mayores será mucho más fácil que caigan en las manos y la mente perversa de la industria del entretenimiento, que trata de hacerles adictos al consumo de sus productos o servicios. Así, mientras están consumiendo entretenimiento, no piensas en su crecimiento personal, social, ni religioso, lo que produce generaciones de personas acostumbradas a que otros, les distraigan para que no se aburran.

Algunos hijos se aburren de todo, porque ya tienen de todo. Para no aburrirse necesitan experiencias nuevas, que muchas veces les resultan perniciosas. El aburrimiento es una de las grandes puertas de entrada hacia el consumo de drogas, sexo, pandillas y otros vicios. El aburrimiento es una de las cosas que les produce las ganas de explorar nuevas avenidas, para ver si por ellas encuentran la forma de distraerse y divertirse. Avenidas que la mayoría de las veces, terminan de forma violentamente grave, porque para pagar su diversión que les saque del aburrimiento y obtener beneficios económicos, inducen a otros adolescentes al consumo de drogas o alcohol.

Muchas veces se aburren los niños y los jóvenes, porque sus padres o educadores, no les prestan la debida atención y sienten que están solos o abandonados.
Algunos padres no saben, no quieren o no pueden enseñar a sus hijos, a no aburrirse o no les dan las herramientas necesarias, para que ellos mismos hagan lo conveniente para no aburrirse. Por eso aceptan que la industria del entretenimiento, el gobierno o terceras personas, solucionen el aburrimiento de sus hijos.

Cuando esas ausencias a la escuela se convierten en rutina y los padres y los profesores, no se percatan de que han ocurrido o no se quieren dar por enterados, se abre la posibilidad de que se cree un hábito muy peligroso, por los riesgos presentes y futuros que conlleva. Deja de ser una falta motivada por el aburrimiento, para convertirse en un modelo pernicioso de juventud. Los padres tienen que atajar con firmeza las faltas a clase, aunque sean esporádicas.

De 3 a 6 de la tarde es uno de los momentos más importantes en la educación de los hijos. Su actitud y actividades en ese periodo les marcarán el futuro. En esa franja horaria es cuando muchos hijos salen de la escuela y esperan en la casa a que lleguen sus padres, pudiendo hacer lo que quieren, pues no tienen supervisión.

La gran mayoría de los jóvenes que se aburren en clase, tienen la autoestima totalmente por los suelos, siempre se autojustifican para defender su actitud y están sensiblemente, por debajo de la media de aprovechamiento de sus compañeros.

Frases de los jóvenes que se aburren en la escuela:

1. El estudio me aburre, no me gusta estudiar.
2. El profesor me margina, porque no voy bien y al ritmo de los demás.
3. El profesor siempre me está gritando y reprochando mi ignorancia.
4. Los compañeros y el profesor se burlan de mi y dicen que soy torpe.
5. Me aburre asumir las responsabilidades del estudio y de las tareas, prefiero no hacer nada.
6. Me aburre la clase y me da pereza empezar a estudiar.
7. Me aburro mucho, porque no se concentrarme en lo que tengo que hacer.
8. Me esfuerce o no, siempre saco malas notas y nunca buenas.
9. Me interesa el Internet, la música y los amigos, no me interesa lo que dicen en la clase.
10. No entiendo nada de lo que dicen.
11. No se me queda nada de lo que explica el profesor.
12. No tengo ningún motivo para sentir que estudiar sirve para algo.
13. No valgo para estudiar, soy un inepto.
14. Para justificar mi aburrimiento, no me importa mentir continuamente.

Se aburren los cónyuges, porque su amor ha disminuido y no han puesto los medios para remediarlo.

Se aburren los padres de repetir una y mil veces los mismos consejos, ordenes, castigos, etc. cuando no obtienen los resultados que desean.
Se aburren los trabajadores y los empresarios, de hacer siempre lo mismo y por lo tanto obtener siempre los mismos resultados. Por falta de innovación, de reinventarse, de intentar nuevas metas, es decir porque siguen en la trampa de la rata, dando vueltas continuamente sin ningún norte.
Se aburren los maestros de intentar educar, a los alumnos que no quieren aprender. De ser ignorados por los clásicos alumnos de siempre, que alteran el orden sin que nadie pueda decirles, ni hacerles nada. De que esos alumnos sean intocables en sus acciones, que perjudican a todo el grupo, por cuatro maleducados.

No se aburren los niños, jóvenes o mayores, que tienen un proyecto de vida, basado en la práctica continua de las virtudes y valores humanos, con objetivos claros y concretos y con los medios para comprobar lo que están haciendo bien en la vida y observar, las desviaciones realizadas sobre sus objetivos.

Las pesadillas

Las pesadillas son consideradas un trastorno del sueño caracterizado por una carga de ansiedad o miedo. Los que las sufren tienen recuerdos precisos de su contenido. Esta experiencia es muy intensa y contiene temas que implican una amenaza para la supervivencia, la seguridad o la autoestima.

Cuando tenemos una pesadilla, nos levantamos agradeciendo que sólo fuera un sueño, porque en el estado en que nos encontrábamos enfrentábamos situaciones de angustia. Puede ser referida a la muerte, como uno de los temas principales, o que nos persiguen para hacernos daño o matarnos, nos caemos y moriremos, tenemos accidentes, o que las personas que queremos están en peligro. Los temores que sentimos durante el día, conscientes o no, pueden provocar terror en la noche.

¿Por qué se sufren pesadillas?

Según los expertos, las personas tienen pesadillas por uno de los siguientes motivos:

Un estado emocional débil.
Un recuerdo consciente o subconsciente de un acontecimiento traumático.
Un factor externo (por ejemplo, el ruido que hace la calefacción o ruido de vehículos de todas las noches) del que las personas no son conscientes pero que detecta su cerebro, produciendo un cambio brusco en su sueño.
Una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo.
En los adultos, cuando son frecuentes, las pesadillas pueden indicar trastornos psicológicos, por lo general trastornos de personalidad.
También pueden estar vinculados al consumo de drogas, sustancias psicotrópicas, antidepresivos y otros fármacos.
Diferencias.

Es interesante hacer notar la diferencia entre las pesadillas y los terrores nocturnos. Generalmente son los niños quienes presentan terrores nocturnos, gritan durante el sueño, y cuando los padres acuden a verlo, el niño se encuentra en la cama sentado diciendo cosas incomprensibles. Poco a poco se va tranquilizando y vuelve a quedarse dormido. Al día siguiente, no recuerda nada de lo sucedido.

¿Cuándo se suelen tener pesadillas?

Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como "SWS" (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados. La mayoría de pesadillas ocurren durante la fase REM. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como "terrores nocturnos".

Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.

En general, las pesadillas frecuentes se tienen en épocas en que se está lleno de conflictos o problemas. Delatan que la persona está pasando por un período de temor, confusión, miedo y conflictos.
Cuando una persona sufre un trauma, en los sueños se le repite muchas veces en forma de pesadillas recurrentes y cuando una pesadilla se repite, quiere decir que no se ha encontrado solución a los conflictos relacionados con el sueño en la vida real. Desde el punto de vista mental, esas pesadillas constituyen un alivio, aunque sea difícil poderlo ver así.
¿Cómo se pueden controlar y curar las pesadillas recurrentes?

Hay varias medidas que uno puede adoptar para evitar tener pesadillas. Aquí detallamos las que aconsejan algunos expertos:

Evitar el consumo de alcohol antes de dormir. Aunque algunas personas creen que el consumo de alcohol les ayudará dormir mejor, no es así. Tal se duerman antes, pero a las pocas horas en cuanto su cuerpo ha conseguido eliminar el alcohol de su sangre, el efecto sedante del alcohol desaparece lo que puede provocar que se despierta o bien que sufra una alteración en el sueño y una pesadilla.
Evitar el consumo de estimulantes antes de dormir. El café, té, un refresco energético... pueden actuar sobre su metabolismo e incrementar su nerviosismo y ansiedad, haciéndole más vulnerable ante la posibilidad de sufrir una pesadilla
Si duerme en una casa donde se escuchan ruidos, bien por el sistema eléctrico de la casa, bien por ruidos del exterior, póngase unos tapones en los oídos para comprobar si estos ruidos provocan un cambio brusco en el estado de sueño que le lleva a sufrir pesadillas
Intentar escribir toda su pesadilla sobre papel, luego leerlo en voz alta a otra persona y luego romper el papel en pedacitos y tíralo. Tal vez tenga un efecto terapéutico que llegue a su subconsciente
Probar la técnica (sueños lucidos), promovido sobre todo por el experto en sueños Dr. Keath . Este experto dice que hay que enseñar a las víctimas de pesadillas cómo lograr convertir a su pesadilla en un sueño lucido, es decir un sueño en el que la persona se da cuenta de que su sueño es precisamente esto, algo irreal y por tanto no debe asustarse. El siguiente paso es controlar los acontecimientos desde el propio sueño, como si fuese el director de una película.

Conclusión:
Si resulta que usted está bien en su vida diaria diurna y tiene pesadillas, puede que tengan un significado y le sugieren que debe estar alerta porque algunos autores piensan que estas pesadillas son presagios, sueños de advertencia.

Es necesario tener un pensamiento positivo antes de dormir. Es importante dejar las preocupaciones de lado y tomar un baño relajante cuando se esté estresado. El sueño presupone un estado de relajación. Un organismo excitado es incapaz de relajarse.

13/6/11

Maltrato Infantil

                              No le pegues a tu hijo

Los niños quedan heridos profundamente, con la autoestima disminuida y con un odio enfermizo por sus seres queridos.

Pegarle al niño es mortificarlo y afligirlo. Se piensa que una nalgada de vez en cuando es necesaria. Esto no es verdad. Golpear a un niño le enseña a tener miedo, que puede ser abusado, a limitar sus habilidades de ser autónomo y responsable, a suponer que la violencia es justificada, a comportarse como víctima, a no razonar y aprender que existen cosas que se hacen "porque le da la gana" a alguien mas fuerte que el otro. En el plano emocional, después de las nalgadas, correazos, empujones, bofetadas, puños o paliza, los niños quedan heridos profundamente ante la humillación sufrida, con la autoestima disminuida y con un odio enfermizo porque lo sienten por sus seres queridos. Se autopercibe sólo, abandonado, triste y amenazado en su seguridad física y mental.

Muchas veces hablamos y defendemos los derechos humanos porque todos hemos sido creados iguales. Nadie tiene el derecho de abusar o someter a otro ser humano o de golpearlo, torturarlo, humillarlo o avergonzarlo. y de repente en algunas familias se olvidan que un niño es precisamente ¡Un ser humano!

Cuando el niño es maltratado asocia a sus familiares que lo agraden con el peligro y no puede amarlos a plenitud ni confiar en ellos. La comunicación familiar va desapareciendo y los vínculos de cariño y afecto, también.

Estudios demuestran que los padres le pegan a sus hijos por distintas razones. Las más frecuentes son porque lo consideran parte de la educación de sus hijos, porque ellos mismos fueron maltratados cuando pequeños y por falta de control emocional y manejo de la ira.

Debemos aceptar que formar a los hijos es enseñarles a convivir con los demás aceptando las normas de la sociedad donde vivamos. Esto implica para el niño obtener conocimientos a través de la educación formal y adquirir valores por intermedio del modelaje y los patrones de conducta que los guían, que son en primer lugar sus padres. Debemos cambiar el esquema de enseñanza apuntando más al premio por lo bien hecho que al castigo por lo "malo". Si lo bonificamos cada vez que hace lo "correcto" de acuerdo al código familiar y cultural, el castigo es simplemente la falta de un premio. Podemos darle, por ejemplo un "vale", "bono" o "sello" en un cuaderno todas las veces que cumpla una tarea o que tome una iniciativa adecuada y al reunir una cantidad determinada de bonos le premiamos. El "castigo" sería lo contrario, no obtener o perder bonos. Inténtelo, pronto verá los resultados. Por último, nunca "explote" ante su hijo. Tome un tiempo para calmarse, pensar y actuar con serenidad.

10/6/11

Caer y levantarse ante la adversidad, es sinonimo de fortaleza

Caer y levantarse ante la adversidad, es sinonimo de fortaleza

Existen hombres y mujeres que parecen haber nacido para manejar las dificultades.

Al caer, aprendemos a caminar. Ante la adversidad, existen hombres y mujeres que parecen haber nacido para manejar las dificultades. Son  personas que en presencia de un terremoto, un fuego, un accidente o una perdida de un ser querido, se sobreponen, reaccionan tempranamente y comienzan a actuar para enfrentar la situación y resolver el problema.

No queremos plantearnos el dilema de sí esta conducta es innata o aprendida. Lo cierto es que todos podemos comportarnos adecuadamente frente a las dificultades y los diferentes eventualidades que se presentan en la vida, si nos preparamos para ello.

Lo primero que tenemos que saber es que estos hechos ocurren y que algunos nos tocaran. Lo más probable es que los padres se reúnan con la Divina Providencia antes que sus hijos, igual ocurriría con otros familiares mayores.

Las estadísticas nos enseñan que todo ser humano tiene probabilidades de sufrir un accidente o hallarse en medio de un movimiento telúrico, maremoto, deslave, inundación, huracán o algún fenómeno de esta naturaleza. Suceden igualmente incendios, choques, desventuras, asaltos y otros tipos de desgracias.

Debemos aceptar el hecho de que al menos alguna de estas circunstancias podríamos presenciarla en nuestra vida.

Una vez que estamos conscientes de esto, el segundo paso es saber ¿Qué hacer para controlar la desbordada emoción durante el momento de una situación comprometida?

Lo normal es que perdamos el control emocional porque el miedo o el dolor nos paralizan, no nos dejan pensar ni actuar racionalmente. En medio de una crisis, en nuestro cerebro ocurren millones de descargas eléctricas que reclutan a todas nuestras neuronas. Tenemos entonces que apelar al pensamiento y la razón. Para eso contamos hasta diez o cuanto sea necesario y comenzamos a respirar lentamente, inhalando por la nariz y exhalando el aire por la boca. Así logramos que dos áreas de nuestro cerebro paren y dejen de emitir impulsos nerviosos incontrolados. Poco a poco las neuronas "serenas" van a ir reclutando a las "nerviosas" y nos tranquilizaremos y sosegaremos, lo cual nos llevara a aclararnos.

En tercer lugar, ya despejados, hagamos un diagnostico de la situación. Una evaluación de los daños, perjuicios, agravios, pérdidas o incidencias de lo acontecido.

Por último, fijemos objetivos y planifiquemos para recuperarnos, mejorar y progresar. Luego, ejecutemos los planes para alcanzar las metas previstas. Aunque sea una perogrullada, recordemos, que las cosas se hacen... ¡Cuando se hacen!