25/9/12

Mujeres que aman demasiado


¿Miedo a quedarse solas? …¿mentiras? …¿celos? …¿agresiones?…¿infidelidades? …¿amor? …¿pasión? …¿odio…?
Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado.
Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y cuando casi todas nuestras frases comienzan con "él...", estamos amando demasiado.
Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando demasiado.
En cuántas ocasiones hemos podido escuchar a personas, más en concreto a mujeres, haciendo referencia a un amor que más que felicidad produce sufrimiento, lo que nos permite ver claramente que todas sus relaciones amorosas están destinadas al fracaso, entendiendo así que el amor está asociado al dolor.
Una mujer que ama demasiado es aquella que dedica cada momento de su vida a esa persona: todas sus conversaciones son sobre él, sus pensamientos, sus ideas… Todo empieza y termina con él sin que haya nada más que él.
Cuando una mujer pone por delante de su propia salud y sus necesidades las de él, está amando demasiado.
Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él, estamos amando demasiado.
Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos con la idea de que, si tan sólo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras, estamos amando demasiado.
Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado.

Características típicas de mujeres que aman demasiado:
Ø  Típicamente, usted proviene de un hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales.
Ø  Habiendo recibido poco afecto, usted trata de compensar indirectamente esa necesidad insatisfecha proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen, de alguna manera, necesitados.
Ø  Cuando las conversaciones sólo son sobre las ideas y sentimientos de la pareja.
Ø  Cuando se disculpa su mal humor, carácter, indiferencia o desaires.
Ø  Cuando se soportan sus conductas, gritos desaforados, valores.
Ø  Cuando la relación perjudica el bienestar emocional, salud, e integridad física.
Ø  Cuando se siente tristeza sin motivo, nerviosismo, baja autoestima.
Ø  Como le aterra que la abandonen, hace cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva.
Ø  Está dispuesta a aceptar mucho más del cincuenta por ciento de la responsabilidad, la culpa y los reproches en cualquier relación.
Ø  Estas mujeres tienen una autoestima muy baja, mujeres que difícilmente se aman así mismas y que no se respetan. Consideran que no se merecen la felicidad y que tienen que esforzarse por ganar el derecho a vivir y a disfrutar.

¿Qué tipo de hombres escogen?
Escogen a hombres inaccesibles como pareja o para sus relaciones con el fin de cambiarlos por medio de su amor y convertirles en aquello que desean, porque viven más en un sueño que en la situación real, se ciegan ante lo que no quieren ver y sueñan con convertirles en algo que no son.

¿Cómo aman “las mujeres que aman demasiado”?
Hay un miedo al abandono muy profundo por lo que las mujeres que aman demasiado tienden a hacer lo que sea necesario para evitarlo, se quitan los límites, olvidan sus propias necesidades, el respeto hacia una misma para poder sostener la relación y ser únicamente lo que el otro desea.
Por otra parte, las mujeres que aman demasiado tienen una extraordinaria paciencia para esperar a que sus parejas cambien, tienen esperanza en que su amor logrará cambiarlos con el paso del tiempo.

¿Cómo amar sanamente?
Uno de los puntos más importantes es que su recuperación se convierta en su prioridad, en su máxima necesidad por encima de los demás. Tiene que aprender a ser egoísta y a dedicar tiempo así misma.
Una de las formas de amar sanamente es abandonar el rol de rescatadora de otros, de perseguidor o incluso de víctima. Es la manera de abandonar el control de otros, de ser responsable de su propia vida, de continuar.

19/9/12

Huellas que marcan nuestras vidas

“Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatriz... pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre.”Lo que tenemos que hacer para que nuestro paso por la vida no sea sólo un nombre o un número de identidad, es tratar de ser una persona que se recuerde, dejar una enseñanza, que se nos recuerde por las buenas obras hemos hecho, por la ayuda desinteresada a nuestros semejante.

Para que nuestro paso por la vida no sea en vano, hay que tratar que se nos recuerde por algo.
Muchas veces me he puesto a pensar en aquellas personas que han dejado huella en mi vida. No son pocas pero tampoco muchas.

Siempre me he preguntado qué quedará de mí, qué huella dejaré en aquellas personas que me han conocido, que me han tratado, que me han querido en algún momento de sus vidas.

Camina por donde nunca nadie antes haya caminado. Haz lo que nunca nadie antes haya hecho. Deja tus propias huellas y no pises sobre las huellas de los demás porque no dejaras marca.

Personas que dejan huellas en nuestras vidas
Cada persona que vamos conociendo, van dejado huellas en nosotros, van moldeado de alguna manera nuestras vidas. Algunas huellas serán más profundas que otras, algunas dejarán alegrías, otras tristezas, pero todas, enseñanzas. Esas huellas nos permiten ser lo que somos y estar donde estamos.
Las primeras huellas son las de nuestros padres, son las más profundas porque somos seres dependiente, sin conocimiento de la vida y sus conflictos.

Luego de a poco empiezan a aparecer otras personas que junto a sus palabras y actitudes van dejando otras huellas: La familia, escuela, amigos, compañeros de estudio, conocidos, profesores, vecinos, alumnas, libros, etc.
A pesar de ser la suma de huellas hechas por manos ajenas también podemos trabajar con las manos más importantes de todas: LAS NUESTRAS.
Así como otros moldearon nuestras vidas con sus propias creencias, costumbres, conflictos, sabiduría, grandezas y miserias, uno también puedo imprimir sus propias huellas adaptándolas a nuestras necesidades físicas, mentales y espirituales.
Por eso nunca es tarde para cambiar, para ser feliz haciendo lo que a uno le hace bien, lo que uno quiere y no los demás.
Por lo tanto si podemos rescatar una enseñanza de cada huella, es muy simple para uno, saber lo que queremos y elegir con quien queremos estar en todos los órdenes de nuestras vidas.
Cabe reconocer que gracias a las huellas aprendemos a decir NO, a perdonar y dejar partir.

Hay que comprender que somos el resultado de una suma de huellas.
La vida implica crecimiento, en este crecimiento, inevitablemente, se va envejeciendo, sin embargo,  muchas personas envejecen sin madurar.
Pero, muchas personas siguen siendo niños de 50 o 60 años. El envejecimiento tan sólo les ha traído arrugas, pero no dan frutos, no han madurado y sus acciones son intrascendentes. La vida para ellos no tiene sentido real.
Cuántas personas han tenido las mejores oportunidades y las han desperdiciado. Otros han tenido muchísimas dificultades y han salido adelante.

Como enseñarles a nuestros hijos a dejar Huellas


La mayor parte de los niños tienen la idea de trabajar para otros, ser empleados en una buena empresa. Pero, se les debe orientar a ser autosuficientes y a formar empresas.

Enseñándoles con ejemplos claros a seguir nuestros pasos, nuestras huellas.
Si en tu proceso de crecimiento o envejecimiento dejas huellas a seguir, nunca serás olvidado, tu vida continuará como cuando dejas las huellas labradas en piedra. Tus semillas se expandirán por siglos.
Si no has madurado, las huellas serán grabadas en arena y, cuando llegue el viento, desaparecerán para siempre.